Cartas a Nagore Gore: Mis amigos critican que me encante mamar

Amiga Nagore, soy un chico de 25 años, sin ataduras de pareja, fuera del armario, y al que le gusta bastante el sexo. Tengo la suerte de tener un miembro bonito (o eso me dicen), y me gusta ofrecerlo para que lo chupen (y yo hacer lo mismo con los de otros). Lo hago mucho, en coches, en los baños de la discoteca, en la playa… pero mis amigos me dicen que estoy comenzando a coger fama por el ambiente. ¿Qué harías tú?
Al habla tu amiga Nagore con más tablas que una estantería de Ikea. Mira, chico, lo tuyo es como ser un plato de jamón ibérico en una boda vegana: ¡destacas! Y si encima dices que el “instrumento” es de calidad, pues normal que la gente quiera probar. Ahora bien, lo de la “fama”puede ser peligroso ¡chico, que Bilbao no es tan grande! Al final, te van a conocer más que a la baldosas de la Plaza Nueva. ¿Qué haría yo? En primer lugar, no tengo la misma situación que tú, no tengo un miembro llamativo pero si te gusta ser el “Don Juan” de los bajos fondos (literalmente) ¡Adelante! Pero prepárate para que te llamen por tu “nombre artístico” en el Balcón de la Lola. Si prefieres algo más de misterio, quizás toca bajar un poco el ritmo. Que lo bueno, si breve, dos veces bueno, ¿no? Y así, la próxima vez que aparezcas, será como ver un unicornio o ver al alcalde de Bilbao no talando cualquier árbol que se le pone a tiro.
En resumen: haz lo que te dé la gana… ¡pero con un poquito de cabeza! Que al final, el “miembro bonito” es tuyo, y tú decides dónde, cuándo enseñarlo y en qué trinchera meterlo. ¡Y que siga la fiesta!