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Kenai Alkazar

En un mundo donde la imagen se ha convertido en un lenguaje universal, Kenai Alkazar, Fotógrafo, artista drag y devoto de la cultura pop nos invita a un viaje por la estética, la cultura pop y la autenticidad en su libro ´Superstars´, un proyecto que captura la esencia de quienes se han atrevido a ser ellos mismos en una sociedad que muchas veces margina la diferencia. Una reflexión necesaria sobre identidad, arte y autenticidad en una era donde todo, y a la vez nada, parece durar más de quince minutos.

Revista Blue.- ¿Qué fue lo que te inspiró a crear Superstars? ¿Hubo un momento específico que encendió la chispa para este ensayo visual?

Kenai Alkazar.- Descubrir la figura de Andy Warhol, todo su universo y todo lo que este conlleva, cuando cumplí catorce años abrió un paradigma en mi cabeza que sigue latente a día de hoy. Siempre he sido una persona muy obsesionada con la estética, con los iconos y con la cultura pop. Por lo que supongo que todo esto fue el punto de partida que me llevó a trabajar en este proyecto, con la idea de reivindicar el poder que tiene esa estética como herramienta de expresión y la importancia que tienen los referentes en ese proceso.

R. B.- En el libro hablas de referentes culturales y estéticos. ¿Quiénes dirías que son tus superestrellas personales, esas figuras que han marcado tu imaginario creativo?

K. A.- Mi imaginario de referencias pop es absolutamente ecléctico. Me interesan mundos que a priori no tienen nada que ver, pero que en el fondo están unidos por un valor de autenticidad. Desde Alaska, Belen Esteban o Barbara Rey, pasando por Manuel Trasobares, Samantha Hudson, Carmen de Mairena, Luna Ki o referentes internacionales como Josh Quinton, Fecal Matter o David LaChapelle.

R. B.- El concepto de superestrella ha evolucionado con el tiempo. ¿Cómo defines hoy en día a una superstar en un mundo donde las redes sociales han democratizado -o distorsionado- la fama?

K. A.- Este es un tema muy interesante. Warhol estaría encantado de ver cómo se ha cumplido su máxima de que “en el futuro todo el mundo tendría sus quince minutos de fama”. Creo que, como dices, las redes han democratizado la fama pero al mismo tiempo también han hecho que absolutamente nada sea realmente importante, porque todo es importante durante el tiempo que dura una historia en Instagram. Para mí, una superestrella es una persona que se ha construido a sí misma, que tiene una estética reconocible que la diferencia del resto y que tiene la capacidad de defender lo que es, más allá de la fama o el reconocimiento que ésta pueda tener. Puede ser una cantante mundialmente conocida o una travesti que actúa para 5 personas.

R. B.- El ensayo tiene un fuerte componente visual. ¿Cómo equilibras la narrativa escrita con el poder de las imágenes? ¿Alguna imagen en particular que consideres el corazón del libro?

K. A.- Es un libro que habla sobre la estética y creo que, a propósito, el verdadero mensaje se encuentra en las imágenes y no en los textos. Cada persona puede hacer una lectura diferente del proyecto y eso es fascinante.

Para mí todas las instantáneas son igual de importantes porque hablan de personas que me han cambiado la vida. Pero es verdad que hay Polaroids a las que guardo especial cariño, como es el caso de las instantáneas de Carmen de Mairena. La última entrevista, el último autógrafo y las últimas fotos de Carmen, están recogidas en este libro, y eso es algo muy emotivo para mí.

R. B.- En tu análisis, ¿crees que la estética pop sigue siendo un espejo de la sociedad actual, o se ha convertido más en un producto de consumo desconectado de sus raíces críticas?

K. A.- Creo que la cultura pop es un reflejo constante de la sociedad. Y más aún en la era contemporánea, en la que estamos inmersos, en la que todo se basa en imágenes, en patrones en repetición y en convertirnos activa y conscientemente en productos de consumo. El siglo XXI ha acabado con el pop tal y como lo conocemos. Pero el pop tiene la capacidad de adaptarse y evolucionar, por lo que estamos asistiendo a la reconstrucción del pop. ¿Si me gusta más o menos? No lo sé.

R. B.- ¿Cómo influye la nostalgia en la construcción de las superestrellas modernas? ¿Crees que estamos más atrapados en revivir íconos del pasado que en crear nuevos referentes?

K. A.- La nostalgia, y te lo digo como una persona con cierta fijación creativa por revisitar cosas del pasado, es algo que puede resultar tan inspirador como limitante. La nostalgia está genial, pero también hay que abrazar el presente y tener la mente abierta para lo que pueda venir en el futuro. En mi caso no me interesa esa persona joven que solo admira a los nuevos talentos y que no tienen un mínimo de interés por saber quien fue Rocío Jurado o Michel Jackson. así como tampoco me interesa ese señor que te dice que lo de ahora no es música y que lo auténtico eran los Rolling Stone. Hay que tener la mente abierta… A mí me inspira por igual Bad Gyal que Isabel Pantoja.

R.B.- El libro tiene un enfoque muy personal y, a la vez, académico. ¿Cómo fue el proceso de investigación de las referencias visuales?

K. A.- El proceso ha sido ser honesto conmigo mismo y trabajar en torno a esas personas que me inspiran, que me conectan con la existencia y que me han ayudado a construirme física, emocional y sobre todo estéticamente.

R. B.- ¿Hubo algo que descubriste mientras escribías que te sorprendió o te hizo replantear tu propia perspectiva sobre la cultura pop?

K. A.- Más que un ejercicio de replanteamiento se ha dado un ejercicio de reafirmación. La cultura pop me ha salvado la vida, literalmente, y lo sigue haciendo a día de hoy. Lo único que me interesa del mundo es la cultura pop y todo lo que ésta conlleva. Me obsesiona la estética y su capacidad para contar historias, me obsesionan los referentes, los libros, los grupos de música, el arte y los artistas, el travestismo, el vedetismo y todo lo que nos ayuda a exteriorizar lo que llevamos dentro. ¡Habría que estudiar menos matemáticas y menos religión y más historia del arte, que es lo que de verdad nos hace libres!

R. B.- Si pudieras colaborar con una de las superstars que mencionas en el libro, viva o fallecida, ¿quién sería y qué tipo de proyecto te gustaría crear juntos?

K. A.- De alguna manera ya he colaborado con todas las personas que aparecen en el libro en mi papel como fotógrafo y entrevistador, pero yendo más allá de este proyecto, me encantaría posar desnudo para Pierre et Guilles, trabajar en la biografía oficial de Nancys Rubias o hacerle a Kim Kardashian una sesión de fotos con Polaroid para promocionar su próxima línea de fajas.

R. B.- Por último, ¿qué esperas que los lectores se lleven consigo tras leer ´Superstars´?

K.- Pues nada en concreto, porque creo que cada persona va a vivir una experiencia completamente diferente teniendo en cuenta que el libro ya es una experiencia en sí misma. Superstars recoge una serie de imágenes, entrevistas y textos con los que analizar realmente quiénes somos y sobre todo plantearnos quiénes queremos ser.

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