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El enemigo eres TÚ

Ya estamos en el mes en el que los de nuestra acera celebramos nuestra dignidad, y digo dignidad y no orgullo porque creo que esa sería la traducción más correcta del “Pride” inglés. El día del orgullo o dignidad gay se celebra el día 28 de junio, y se celebra ese día y no otro porque fue un día como ese hace muchos años cuando una docena de “travelos” y “maricas” que lloraban la muerte de su adorada Judy Garland, se revelaron por primera vez ante el acoso semanal de la policía, que las detenía como si fueran escoria entre risas.

Se revelaron, con pelucas y tacones y los dos cojones u ovarios que les venían de serie y provocaron que una multitud de sus iguales, alertados por su valentía y la dignidad que demostraban con su resistencia, salieran a la calle con la cabeza alta, la peluca cardada y la pluma desatada. Ya no iban a sentirse avergonzadas por su condición, no iban a permitir que se les volviera a humillar por ser diferentes, es más, iban a hacer alarde de su condición, por lo menos un día al año.

Este acontecimiento desató una reacción en cadena a lo largo y ancho del mundo y poco a poco, con mucho esfuerzo y sufrimiento, las condiciones del colectivo fueron mejorando, por lo menos en el mal llamado primer mundo, en el que las constituciones y la declaración de los derechos humanos nos protegían y hacían que nuestro acoso y discriminación fueran anacrónicos.

No fue el caso de muchos países del mundo en los que aun hoy el colectivo LGTBI es perseguido, encarcelado e incluso ejecutado por su condición. Sólo esta realidad tendría que avalar la continuidad de nuestras celebraciones y reivindicaciones. Son muchos nuestros enemigos, y arduo será nuestro trabajo para combatirlos, pero no debemos olvidar que nuestro mayor enemigo somos nosotros mismos.

LAS MARIQUITAS JOVENAS

Queridas mariquitas imberbes, millenials todas, en esta vida no hay nada peor que la desmemoria, bueno el acné en vuestro caso, y no conocer nuestro pasado nos aboca a repetir los mismos errores; pero conocerlo y no respetarlo es mucho peor y os define.

Hubo un tiempo en este país en el que había leyes que nos metían en la cárcel; vivir dentro de un armario no era un opción, era una necesidad; no había internet, ni Grindr para conocer y relacionarte con tus iguales, vivíamos en soledad nuestra impuesta tragedia; ya existía el ‘Balcón de la Lola’, pero no era una disco en la que bailar, ligar y divertirse, si no el nombre en clave de un pequeño lugar que se asomaba a la ría y en el que los homosexuales de forma furtiva y arriesgándose a ser detenidos y/o apaleados, se buscaban y encontraban.

Y gracias a esas personas, hoy ancianas, esa horrible situación viró 180 grados y hoy podéis vivir vuestra sexualidad libremente. Así que el próximo día que veáis a alguien de edad no lo despreciéis, porque gracias a maricas como él, vosotras sois más libres. No pequéis de orgullo, hacedlo de dignidad.

LAS MUSCULOCAS

Queridas musculosas, reinas de la mancuerna, adalides de la hormona del crecimiento, vosotras que ponéis en el Grindr que no queréis pluma ni mariconadas y vais por el ambiente perdonándonos la vida, sólo os quiero decir una cosa: cansáis.

Las que comenzaron la lucha por nuestros derechos eran travelos y mariquitas de pluma desatada y cadera disparada, no había más tetas que las falsas de ellos y las de las bolleras que las acompañaban, vosotras debías estar en el gimnasio, inyectandoos hormonas y fingiendo ser heterosexuales disfrazados de madelmans.

Así que la próxima vez que os vayáis pavoneando por la pista, mirando con desprecio a esas que llamáis locas, recordad que fueron locas las que lucharon por vuestros derechos y bienestar, y que sin ellas no seriáis más que una montaña de músculos con una ginecomastia inminente. De nada.

RACISTAS, CLASISTAS, TRANSFOBAS Y DEMÁS TONTAS

Somos pocas y nos miramos mal las unas a las otras. A una no le gustan los chinos, al otro las negras; las bolleras son aburridas; las musculosas soberbias; y las transexuales están locas. Tu tienes pluma, él dinero y aquella es demasiado culta para tolerar a aquellas frívolas. Somos un colectivo que ha recibido, recibe y recibirá ataques; pero en vez de concentrarnos en defendernos de esos ataques nos pasamos el día tirándonos de los pelos los unos a las otras. Divide y vencerás dicen y tienen razón. También dicen que la unión hace la fuerza, y que la diversidad enriquece, así que aprovechemos y unámonos en la lucha. Luego ya si eso folláis con quién os de la gana.

Si alguien ataca a una letra de ese infinito acrónimo que nos agrupa, nos ataca a todos y todos debemos defendernos del ataque, seas la “L”, la “I” o la “T” de LGTBI+, el objetivo es que algún día esas letras dejen de tener importancia y todas nos parapetemos tras una sola letra, la “H”, que ademas de muda es la primera de la palabra “Humanos”.

No luchemos por hacer el mundo mejor, hagámos que sea fabuloso, tías. Así que no seáis orgullosas, sed dignas… y divinas.

Feliz lucha!

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