“No quiero que a mi hijo le atienda un degenerado” (Homofobia en un local de fiestas infantil)
Un chico denuncia en redes una agresión verbal homofóbica por una mujer que no quería que atendiera a su hijo por llevar una pulsera arco iris en un parque infantil donde trabajaba.
Dave, ha denunciado en su cuenta de Twitter, donde se define como “rojo, maricón, animalista y con conocimientos médicos”, haber sido, a sus 28 años, víctima de una agresión homófoba mientras trabajaba en un local de ocio, donde se celebran cumpleaños infantiles, cuando una clienta le dijo que no quería que atendiera a su hijo por llevar una pulsera arcoíris, llamándolo degenerado.
Así lo explicaba él mismo en su perfil de Twitter: “Ayer, a última hora de la tarde, vino una chica con su hija. Todo genial hasta que se fijó en esta pulsera, y me espetó un: ‘No quiero que a mi hijo lo atienda un degenerado’. Os parecerá increíble, pero aún sigo con mal cuerpo. No sé por qué me afectó tanto esta vez…”.
Ayer, a última hora de la tarde, vino una chica con su hijo. Todo genial hasta que se fijó en esta pulsera, y me espetó un:
«No quiero que a mi hijo lo atienda un DEGENERADO.»
Os parecerá increíble, pero aún sigo con mal cuerpo🤦🏻♂️
No sé por qué me afectó tanto esta vez… pic.twitter.com/GTKJeebN2R— Dave (@BabuinoPagano) September 7, 2020
Afortunadamente la respuesta en redes a esta denuncia ha sido inmediata, mostrando la mayoría de usuarios su apoyo y denuncia a este tipo de agresiones.
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Este acto de LGTBfobia se produce porque hay gente que prefiere el mundo machista y heteronormativo de antes y no piensa cambiar. Ante ello, debemos construir movimientos más fuertes, donde la gente se relacione de una manera más estrecha y para ello, tenemos que dejar atrás esa época de individualismo exacerbado de la que venimos. Son muy positivas también las alianzas con los feminismos. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente conservadora, que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infinito5.home.blog escribo sobre ella.